Si tienes artrosis, conoce tus posibilidades
La idea de este post aparece como respuesta a la cantidad de informaciones erróneas que muchos pacientes tienen con respecto a esta patología tan frecuente. ¿Cuántas veces has intentado buscar información relativa, por ejemplo, a la artrosis de rodilla? En ocasiones, la artrosis se mezcla con otras patologías y, por desconocimiento o por miedo, se pone de excusa para no hacer ejercicio. La única forma que tenemos de frenar los síntomas, es ganando fuerza en la musculatura periarticular. Podremos evitar así que las articulaciones dañadas soporten todo el peso.
La artrosis es una alteración patológica de las articulaciones, de carácter degenerativo y no inflamatorio
Con el paso del tiempo, ante esta degeneración, las articulaciones ven disminuidas su capacidad de amortiguación (por falta de cartílago, disco, etc.), aumentando la carga que soportan y provocando, como respuesta de defensa, que el hueso crezca. Éste empieza a proliferar por los continuos impactos, apareciendo «osteofitos» o ««picos de loro», (son protuberancias óseas no maduras en las vértebras con forma de espuelas). Suele producir deformaciones muy visibles de la articulación a la que afecta, y entonces recibe el nombre de artrosis deformante.
Esta enfermedad puede afectar a todas las articulaciones del cuerpo
Más aquellas sometidas a mucha carga, como pueden ser las caderas, la artrosis de rodilla o la columna vertebral. La degeneración del hueso no es un síntoma que provoque dolor, por tanto la artrosis como tal, no genera dolor. Lo que sí hace que el paciente refiera dolor es todo el proceso de cambio que la articulación sufre. A medida que se va desgastando, la musculatura tiene que hacer un trabajo progresivamente mayor para sostener su estructura. De esta forma, podrá mantener la correcta dinámica y estática de la articulación afectada.
Si la musculatura es suficientemente potente y resistente y los distintos grupos musculares se coordinan bien, puede asumir ese esfuerzo adicional. Se podría plantear que, en caso contrario, ese esfuerzo podría facilitar que apareciera dolor por sobrepasar la capacidad del músculo. Los estudios realizados demuestran que no existe ninguna correlación entre el grado de desgaste y la existencia o no de dolor; cuanto mayor sea el desarrollo muscular, menos directa es esa relación. Así, la degeneración no sería una causa de dolor, sino, como máximo, un factor predisponente. De hecho, se observan signos de degeneración muy avanzada en personas que no tienen ningún dolor, pero sí una musculatura suficientemente fuerte para mantener la estructura.
Como conclusión, la artrosis es sólo un factor más para que te pongas en marcha
Si empiezas a tener dolor y te han diagnosticado esta patología, es momento de actuar. Puedes ponerte en manos de una profesional para que te oriente en el tipo de ejercicio perfecto para ti. No te quedes en la comodidad de la ingesta de medicamentos para «camuflar» tus síntomas. Si quieres, puedes hacer que la artrosis no tenga un efecto negativo para tu salud.
El equipo de Fisioterapia Moredia, como centro de fisioterapia, está a tu disposición para indicarte el entrenamiento que debes hacer. De esta forma cuidarás tu salud, porque el que nos importas eres tú. Estamos especializados en terapia manual y podremos hacer frente a todas tus dolencias. Más, aquellas referidas a artrosis de rodilla, en la cadera o también en la columna vertebral.